Rutina
Aquel domingo de marzo acababa como muchos otros domingos, con esa monotonía y esa angustia propias de la nada. Acababa incluso como muchos otros domingos de marzo; si la pesadumbre del domingo se debe al inminente comienzo de la semana, lo mismo sucede con los meses de febrero y marzo: es tiempo de replantearse qué se va a hacer durante el año, y es tiempo de deprimirse ante lo inevitable. Y él acababa de llegar de hacer las compras para la semana, y abría la puerta con la destreza de quien lo ha hecho ya muchas veces. Podríamos llamarlo Juan, aunque su nombre no es realmente importante. Ella, leyendo junto al ventilador escuchó los pasos en el pasillo y supo que era él, y entonces apartó el libro que la había ayudado a pensar, pero que no estaba realmente leyendo. Supongamos que su nombre es Sofía -Gordi, ¿compraste las manzanas? - Le preguntó, más que nada para empezar la conversación. - Mhm - Afirmó él - cinco rojas para ti, 5 verdes para mí.- Cambió la estrategia inmediatam...