Termopolítica
Viajando en el tren a la tarde, hasta los pensamientos parecen derretirse. La gente se queja, en voz alta, en voz baja, pero algunos son más originales que otros:"Hoy estoy enojado. Y sí, pecaré de no-originalidad, pero estoy muy enojado. ¿Por qué estoy enojado? Por este calor. Y no por el calor en sí, eh, no me confundan con un cualquiera más, está bien que haga calor, pero este calor es un poco más que el que debidamente nos merecemos, que el calor que debería hacer por naturaleza.
Y usted dirá, ¿Por qué no se compra un aire acondicionado, hombre, y se deja de romper? Y es a eso justamente a lo que me refiero. Es eso justamente lo que me tiene cruzao. No es solamente que no puedo, es, además que no quiero. ¿Usted sabe acaso como funciona un aire acondicionado? ¿Usted se cree que enfría el interior de la casa? No m'hijo, eso no existe. La casa se termina enfriando, es cierto, pero no son métodos mágicos. Lo cierto es que el aparato chupa el calor de adentro y lo tira para afuera. ¿Se da cuenta? ¿A dónde va todo ese calor que salió de adentro? Al ambiente, a nosotros que no tenemos la posibilidad de comprar un aire acondicionado, ¡Cómo si no tuviéramos suficiente calor ya, caramba! Encima nos tenemos que tragar calladitos el calor ajeno, de aquellos pudientes que no quieren aceptar lo que les corresponde. Y así estamos hoy, así está el mundo. En vez de bancarnos todos juntos equitativamente el mismo calor, hay una minoría que puede disfrutar de un cuarto fresco a costa de nosotros, la gran mayoría que quedamos afuera. Y así está el mundo ¿vio? Así está el mundo. Pero yo no voy a ser uno de ellos, no señor, yo me banco el calor junto a mis hermanos sudantes. Yo no voy a ser culpable de este salvaje e indiscriminado aumento de la entropía. No señor. Y cuando el mundo siga, cuando llegue la muerte entrópica y el universo se convierta en un mar de fotones viajando de la manera más desordenada posible, a mí no me miren, mi conciencia va a estar tranquila"
Y usted dirá, ¿Por qué no se compra un aire acondicionado, hombre, y se deja de romper? Y es a eso justamente a lo que me refiero. Es eso justamente lo que me tiene cruzao. No es solamente que no puedo, es, además que no quiero. ¿Usted sabe acaso como funciona un aire acondicionado? ¿Usted se cree que enfría el interior de la casa? No m'hijo, eso no existe. La casa se termina enfriando, es cierto, pero no son métodos mágicos. Lo cierto es que el aparato chupa el calor de adentro y lo tira para afuera. ¿Se da cuenta? ¿A dónde va todo ese calor que salió de adentro? Al ambiente, a nosotros que no tenemos la posibilidad de comprar un aire acondicionado, ¡Cómo si no tuviéramos suficiente calor ya, caramba! Encima nos tenemos que tragar calladitos el calor ajeno, de aquellos pudientes que no quieren aceptar lo que les corresponde. Y así estamos hoy, así está el mundo. En vez de bancarnos todos juntos equitativamente el mismo calor, hay una minoría que puede disfrutar de un cuarto fresco a costa de nosotros, la gran mayoría que quedamos afuera. Y así está el mundo ¿vio? Así está el mundo. Pero yo no voy a ser uno de ellos, no señor, yo me banco el calor junto a mis hermanos sudantes. Yo no voy a ser culpable de este salvaje e indiscriminado aumento de la entropía. No señor. Y cuando el mundo siga, cuando llegue la muerte entrópica y el universo se convierta en un mar de fotones viajando de la manera más desordenada posible, a mí no me miren, mi conciencia va a estar tranquila"
Muy bueno. Un beso de una bloguera
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