Pequeños placeres urbanos I

Pretérito: No sé si el título lo inventé yo o si lo robé.

¡Sí! En el intervalo de Análisis II, subirse al techo de la FIUBA, sentir el tan olvidado sol, el viento en la cara, y mirar al horizonte, la humanidad que subyace debajo de uno, el río y olvidarse por un momento de todo hiperboloide.

CONTRAS:

  •  Puede uno empezar a sentir pequeños sentimientos de superioridad, el famoso "síndrome del ingeniero"
  • Cuando vuelvas al práctico descubrirás que mientras tanto el tiempo seguía corriendo dentro del edificio y que el pizarrón parece un poema griego.
  • Irónicamente, corres el riesgo de pisar justo una teja que sostenía parte del edificio y caer con él. Y te mueres. Y te vas al cielo.
  • Cuando vuelvas, saldrás por una pequeña y turbia puerta en una pared. Si te ven salir de ahí adentro con dos amigos, van a pensar cosas raras. Y la falta de mujeres en la facultad va a justificar su teoría.

VENTAJAS: No tiene precio.

Comentarios

  1. buscá "pequeños placeres urbanos" (con comillas) en google y sorprendete

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

La confusa vida de las amebas

Un caso extraño

Somos pilas.