La paradoja de la tostada

De pasada hace unos días ví en la verdulería un artículo interesante que planteaba una teoría sobre un problema con dos tostadas. Básicamente el problema era con un pan que ya estaba un poco tibio y otro recién salido del horno y las dos opciones eran empezar por el tibio o por el calentito:
"Entonces, podés disfrutar ordenadamente de dos panes tibios o de un pan calentito y uno frío."
Este artículo me indignó profundamente. Nos manejamos, en este mundo, con una constante falacia del falso dilema, o del tercero excluído. ¿Por qué siempre polarizamos nuestros problemas en dos opciones extremas? ¿Por qué no buscamos soluciones alternativas, caminos laterales, propuestas diferentes? NO NOS DEJEMOS ENGAÑAR. No todo es blanco o negro. Existe el azul, existe el gris. Por eso yo tomo Doble cola. Por eso voy a Wendy's. Por eso voy en bici a mi facultad. Por eso elijo a Pino Solanas. Por eso no sigo instrucciones sobre cómo comer mi tostada. He aquí... ¡Las 10 formas de resolver el problema!


  1. Se toman las dos tostadas ( la caliente y la tibia) y se hace el famoso "sanguchito". Las tostadas originales tenían queso y jamón, por lo que propongo ponerle una rodaja de tomate en el medio, unas aceitunas, una hoja de albahaca y a disfrutar de un sándwich semi-calentito.
  2. Se pone la otra tostada al microondas y se la saca apenas terminas la calentita, joder!
  3. Para los inadaptados que no tienen microondas se puede apoyar sobre una estufa prendida y esperar a que se caliente. Se gana, además, un agradable aroma en el ambiente.
  4. Se fabrica una máquina del tiempo y cuando se termina la tostada caliente se vuelve 10 minutos atrás para comer la otra. No sólo encontrarás la tostada calentita sino también otra que está todavía en el horno y a tu "yo" del pasado que intentará matarte.
  5. Se le baila sensualmente a la tostada hasta que se caliente.
  6. Se bardea a la tostada fría por ser fría, negra y cuadrada hasta que se caliente y te cague a piñas.
  7. Se ofrece la tostada (la fría obvio) a mi hermano desamparado que no tiene qué comer.
  8. Se hace que otro elija por mí y después se le echa la culpa por los daños.
  9. Se entierran las dos tostadas, se hace un monolito con piedras y se canta una canción de Mercedes Sosa como ofrenda a la Pachamama.
  10. Para los que nos gustan las tostadas frías, esperamos a que ambas se enfríen y comemos indiferentemente una y luego otra felices de la vida.
Éstos y muchos más en mi libro "Las 11 formas de comer una tostada"
Más adelante se discutirá a qué tipo de persona representa cada opción.

Comentarios

  1. Me siento aludida. Le sacaste toda la filosofía del tipo de personas igual jajaja, pero bueno, tendré que probar la del pobre hermano que no tiene qué comer... Tengo un par de bananas pasadas también, si le llevas la tostada las mando por vos.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

La confusa vida de las amebas

Un caso extraño

Somos pilas.